En las carreteras que unen Como con Bérgamo, donde los bosques pintan el otoño de sepia y la carretera se hace estrecha, Tadej Pogačar volvió a hacer historia. Ganó por quinta ocasión consecutiva Il Lombardia, superando el récord que durante más de siete décadas había pertenecido al mítico Fausto Coppi.
El esloveno no sólo reescribió los libros de historia del último Monumento del calendario. También se confirmó como el ciclista más dominante de su generación, dueño de 10 triunfos en las cinco grandes clásicas. En el podio lo acompañaron Remco Evenepoe, segundo tras una actuación monumental, y Michael Storer, tercero. Pero la otra gran historia de la jornada la firmó el mexicano Isaac del Toro, quinto, culminando una actuación sobresaliente que confirmó el poderío del UAE Team Emirates.
La fuga que encendió la montaña
El guion del día comenzó con un sólo hombre en escena. Quinn Simmons, campeón estadunidense, se lanzó al ataque a más de 80 kilómetros de meta. Rodó en solitario, desafiante, perseguido por un grupo intermedio y vigilado desde atrás por un pelotón donde el UAE aguardaba paciente.
A 39 kilómetros, el grupo de Pogačar, Del Toro y Jay Vine alcanzó a los fugados en el Passo di Ganda, ese puerto donde los especialistas lo describen como un espacio para dictr sentencia. Fue allí donde el control del UAE se convirtió en dominio total.
El momento del campeón
A 37 kilómetros del final, comenzaron las caídas en el grupo principal. La tensión y el pavimento húmedo dispersaron al pelotón. UAE mantuvo la calma. Dos kilómetros después, Pogačar atacó. Nadie lo vio venir con claridad, pero todos entendieron que el golpe era definitivo.
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