Poza Rica volvió a levantarse desde el agua y el lodo con una fuerza inesperada: la de cientos de jóvenes que, inspirados por Junior H, decidieron convertir la música en una herramienta de acción comunitaria. Las Brigadas Sad Boys, impulsadas por el artista en colaboración con el club Rotaract y voluntarios locales, iniciaron el 13 de noviembre un esfuerzo solidario para auxiliar a las familias afectadas por las recientes inundaciones que golpearon con dureza a la región.
Desde temprano, los jóvenes recorrieron el fraccionamiento La Floresta, donde limpiaron más de 30 viviendas que permanecían cubiertas por el lodo y los residuos arrastrados por la corriente. Cada hogar atendido significó un alivio tangible para familias que, apenas unos días atrás, lo habían perdido casi todo. Las labores continuarán en los próximos días, pues aún quedan decenas de casas en situación crítica, esperando manos solidarias que ayuden a acelerar su recuperación.
La iniciativa, creada por Junior H como un gesto directo hacia el pueblo veracruzano, busca convertirse en un símbolo de unión y resiliencia. El artista ha reiterado en múltiples ocasiones su compromiso con las comunidades que lo han acompañado a lo largo de su carrera, y este proyecto confirma que su impacto va más allá de los escenarios. En Poza Rica, su nombre no solo suena en las bocinas: también se ve en la organización, en la movilización y en la esperanza que estas brigadas están despertando.
Para Rotaract y los jóvenes que participan, las Brigadas Sad Boys representan un ejemplo de cómo la colaboración entre ciudadanía y figuras públicas puede detonar acciones rápidas y efectivas. “Cuando alguien que admiras te impulsa a ayudar, el cambio se siente más cercano”, comentan voluntarios que han decidido dedicar sus días a limpiar, acompañar y reconstruir.
El llamado continúa abierto. Las brigadas seguirán trabajando conforme las necesidades lo requieran, y se invita a más voluntarios de Poza Rica y municipios cercanos a sumarse al esfuerzo. Porque, en medio de la emergencia, el mensaje es claro: cuando la juventud se organiza y la solidaridad encuentra eco, ninguna tormenta es capaz de borrar la esperanza.







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